domingo, 9 de marzo de 2014

FLORES: VENENO PARA LA EVOLUCIÓN. Por Daniel Fuentes Sánchez.


Seguramente, ya estás familiarizado con el homínido de Flores, pues en este mismo portal se ha hablado de él [Cerebro pequeño, grandes preguntas]. De este modo, mi misión no va ser recontar la misma historia otra vez, sino atestiguar con el ejemplo de Flores, como la sociedad juega un rol importante en la construcción de la ciencia. Pues la ciencia no es más que un producto cultural más.
 
La evolución humana plantea grandes debates acerca de nuestro origen y sobre nuestra manera de plantear el presente. Quizás, Homo floresiensis es un punto clave para su reinterpretación. (National Geographic, 2004)

Quizás mi afirmación anterior resulte algo ambigua, así que vayamos por partes. Según Rollo May [1], escritor y psicoanalista americano, la sociedad occidental actual se basa en el progreso [2]. No hace falta creérselo, pues muchas veces hemos puesto en nuestros labios la palabra ‘progreso’, y casi siempre con connotaciones positivas. ‘Progresamos’ cuando partiendo de un nivel inferior, ‘ascendimos’ a un nivel superior, como si de unas escaleras se tratara. Por el contrario, cuando al terminar un proyecto no estamos en un plano considerado ‘superior’, solemos decir que fracasamos. Aunque esta afirmación, por banal, nos parece un hecho natural, no siempre ha sucedido así. Al menos así lo pensaba el filósofo alemán, Oswald Spegler [3], que consideraba que esto es típico de sociedades fáusticas (del Mito de Fausto), donde escasea la expresión artística y/o filosófica, pero se desarrollan actividades más materialistas. De este modo, articulamos nuestra vida entorno a un progreso individual, la mayoría de veces acumulativo (más títulos, más dinero, más experiencias...) ¿Puede la evolución estar impregnada de este mito? ¿Qué papel juega Flores en todo esto?


La evolución puede ser interpretada como una adquisición progresiva (y a veces, acumulativa) de caracteres que se acercan a nosotros .¿Es esta una interpretación faustíca de la evolución? ¿O refleja un concepto objetivo? (20 minutos)

La evolución humana, clásicamente, se ha visto (y se ve) salpicada por dosis de linealidad, ya sea en la construcción teórica o en su difusión pública. De este modo, muchas veces la interpretamos como un ‘progreso’ o acumulación de hechos. Es decir, a lo largo de la evolución nuestros ancestros irían adquiriendo ‘progresivamente’ caracteres que nos van acercando a nosotros, Homo sapiens. Pongamos por ejemplo, la evolución del cerebro. Como si se tratara de una escalera, cuyos peldaños estabieran ocupados por un homínido distinto. A a cada escalón nuestros antepasados habrían aumentado su capacidad craneal, aumentando sus posibilidades cognitivas. Es decir, a cada peldaño, más “inteligente”. No nos cuesta contemplar en este ejemplo, una clara interpretación fáustica, donde vamos acumulando hechos que nos conducen a Homo sapiens, lo que, a su vez, nos acerca inevitablemente a una sucesión direccional que tan hartos estamos de ver en las representaciones evolutivas. Inevitablemente, esto encaja a la perfección con nuestro mito social, el progreso constante o la acumulación progresiva. ¿Casualidad?

Puesta las reglas del juego, vamos ya a hablar de paleoantropología, cuya temática versa el blog. En 2004, se descubrió un pequeño cráneo en la isla de Flores, que de tan pequeño, sus descubridores pensaron que se trataba de un niño que no rebasaba los 3 años. Su sorpresa fue mayúscula cuando estudios posteriores revelaban una edad de 30 años, en una cronología de hace 18.000 años [4], y por lo tanto contemporáneo a nosotros, los humanos modernos. ¿Cómo podía ser?. Los descubridores, sin muchas contemplaciones, vendieron a bombo y platillo El Hobbit [5] – tal como lo apodaron- como el homínido que venía a ‘reescribir la historia de la Humanidad’. ¿Pero por qué un homínido de hace nada –en términos evolutivos-, con un cerebro pequeño iba a cambiar nuestra concepción de la evolución? ¿Tendrá algo que ver con el mito de Fausto?



Se ha representado a cada homínido en función de su capacidad craneal. Si cada homínido dibujara un peldaño, no nos costaría nada ver dibujado un escalón. Aun así, parece que el homínido de Flores (siglado como LB1 –Liang Bua 1) vendría a romper nuestra concepción clásica. (En un lugar llamado Flores. Desmontando el mito de Fausto. Fuentes Sánchez, D y Vidal Cordasco, M, 2014)


El que os escribe, así lo piensa. Como hemos visto, la evolución del cerebro humano (y no sólo el humano) ha sido vista, clásicamente, como un progreso acumulativo, lo que lleva afirmar algunos investigadores que ‘ser humano y tener un cerebro grande son prácticamente sinónimos [6]. Al mismo tiempo, este aumento del cerebro era fundamental para explicar la aparición casi sucesiva de habilidades que consideramos complejas, como son la sofisticación de herramientas, el fuego o el lenguaje. Pero,  el Hobbit, con un cerebro tres veces menor a un cerebro ‘sapiens, se presentaba asociado a la cocción de carne y al uso de herramientas equiparables a las que usaba nuestra especie en la misma época. Esto indicaba que un cerebro pequeño ¡también era sinónimo de habilidades cognitivas complejas! ¿No creéis que esto convierte el Hobbit en un anti-sistema de nuestra propia concepción de la evolución? Saltándose así toda nuestra lógica, ya no sólo científica, sino de entender la vida. Saltándose todo aquello que teníamos en claro de la evolución del cerebro. 
Quizás, la ‘visión acumulativa’ no explica el complejo fenómeno de evolución del cerebro, y sino ¿para qué gastar esfuerzos en aumentar el cerebro a lo largo de la evolución, si uno de pequeño me hace casi lo mismo? De hecho, las dudas más escépticas –dulce cualidad- de los investigadores al respecto es preguntarse si las asociaciones de los restos esqueléticos y habilidades son correctas, pues a muchos de ellos les parece extremadamente contradictorio hacerse la pregunta anterior. Es por esto, a mi juicio, que no son pocos los que han querido ver en Flores un humano moderno patológico –básicamente, microcéfalo-, argumentos que aunque han gozado de más o menos fortuna, son fáciles de desmontar, o como mínimo de poner en entredicho. De hecho, en susodichas publicaciones [7] se pueden leer sentencias reforzando la concepción ‘clásica’ de la evolución del cerebro, incorporándolas como pretextos de sus estudios y dudas. Es decir, y enlazando con las primeras reflexiones, Flores es un quebradero de cabeza para intentar mantener el paradigma actual. En otras palabras, para intentar sostener dos ideas contradictorias dentro del mismo corpus científico sobre evolución humana, ampliamente afectado por las ideas fáusticas que moldean nuestra sociedad occidental, lo que provoca que algunos científicos intenten sostener hipótesis de dudosa calidad para mantener dicha concepción. En resumen, el Hobbit es y será un veneno para la evolución. Nuestra particular manera de ver la evolución. 

Daniel Fuentes Sánchez

Biomédico de formación, después de desempeñar diferentes trabajos entorno a la antropología, como la paleopatología o la evolución del cerebro y la cognición, me encuentro realizando el máster de Evolución Humana de Burgos.  Mi curiosidad en la Historia y Filosofía de la Ciencia me ha llevado a participar en múltiples actividades afines, y a interesarme ampliamente por la difusión y divulgación de la ciencia, como demuestra mi participación en este blog. 


 Referencias:
[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Rollo_May
[2] May, Rollo. La necesidad del mito. La influencia de los modelos culturales en el mundo contemporaneo (The cry for the Myth). Nueva York: WW Norton and Co., Ltd, 1991
[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Oswald_Spengler
[4] Brown P et al., (2004) A new small-bodied hominin from Late Pleistocene of Flores, Indonesia. Nature 431: 1055-1061
[5] Morwood MJ et al., (2004) La especie que el tiempo olvidó. National Geographic. http://www.nationalgeographic.com.es/2005/04/01/hallazgos_flores.html
[6] Martín-Loeches M, Casaso P, Sel A (2008) La evolución del cerebro en genero Homo: la neurologia que nos hace diferentes. Revista de Neurología 46:731-741
[7] Principalmente, Jacob T et al., 2006 y Hershkovitz I et al., 2007

domingo, 23 de febrero de 2014

Two worlds, One familly. Dmanisi

Phil Collins – Two Worlds

Aunque mas bien debería poner "Two Species, One Genus, Same Place". Pues de lo que vamos a hablar es de las dos especies que se proponen en los recientes artículos [1][2] sobre los cráneos y mandíbulas de Dmanisi. Pero de haber dos, estas pertenecen al mismo género que el nuestro: el Género Homo.

Pero ¿qué es Dmanisi? y ¿qué cráneos son estos?

H. gerogicus. Tomado de Wikipedia.
Dmanisi es como se llama el yacimiento Georgiano en el que se encuentran estos fósiles. En origen era un yacimiento arqueológico de la Edad Media pero en 1989 se halló el primer resto humano [3] y en sucesivas campañas se fueron recuperando hasta 5 cráneos y 4 de sus respectivas mandíbulas junto con numerosos restos postcraneales ([4] el último).
Vista del yacimiento de Dmanisi. Tomado de Wikipedia
Debido a su complicada estratigrafía la diferenciación entre estratos y por tanto sus dataciones son complicadas y hasta día de hoy siguen siendo tema de debate. Pero lo que se estima sin lugar a dudas es que estos restos datan de alrededor de 1,8 millones de años (O_O)!! en el Pleistoceno Inferior. Por ello son considerados los primeros homínidos en salir de África. Como dice Martinón-Torres en el blog del MEH son unos especímenes que los traen de cráneo. Puesto que derrumbaron las teorías sobre la necesidad de un cerebro grande y desarrollado para salir del continente Africano y poder adaptarse a un entorno diferente. Y es más, si la datación ya es complicada, el encuadrarlos en una especie preexistente tampoco es moco de pavo. En un principio se pensó que fueran una variante arcaica de Homo ergaster. Más tarde por sus características distintivas se creó una nueva especie denominada Homo georgicus. Y no hace mucho, a finales de 2013, se presentó Skull 5  al mundo (al que corresponde la mandíbula D2600) junto con la propuesta de englobar a estos individuos y a todos los especímenes contemporáneos como Homo ergaster/erectus asumiendo que existían mucha variabilidad y que habría que denominar a esta población georgiana tan variada como Homo erectus/ergaster georgicus [4].

Y la respuesta no se ha hecho esperar, puesto que si con tanta variabilidad aceptamos una mega-especie a la que ahora se hace llamar "paleodeme" habría que reorganizar y renombrar todo el registro fósil y reconsiderar verdaderamente si algunas especies que consideramos Homo lo son ciertamente (i.e Homo habilis) y dónde hacemos la inflexión para considerar especie distinta. Laura Martín-Francés y colaboradores [1] han publicado recientemente un artículo sobre las patologías que sufre la mandíbula D2600 y de ello deducen que muy probablemente este espécimen, no solo usara su mandíbula para algo mas que para masticar (asir o tirar), sino que también se alimentaba de vegetación abrasiva y no tanto de carne. Además de que las propias patologías no explican la distinta morfología del individuo en comparación con los otros.

Y antes de ayer se publicaba otro artículo sobre las mandíbulas de Dmanisi. D2600 en comparación con D211, la primer que se encontró y D2735 [2].

Cráneos de Dmanisi del 1 al 5 de izquierda a derecha. Obtenido de Science Magazine [4]
Parece que las dos últimas (las pequeñas mandíbulas) comparten numerosas características entre ellas que la primera (la gran mandíbula) no. Por ejemplo la grande tiene un espacio retromolar, un espacio detrás de la última muela del que carecemos los Homo sapiens. Carecer de este espacio es muy novedoso en la evolución humana. Además las ramas mandibulares, que son las que conectan la mandíbula al cráneo y al músculo temporal surgen del cuerpo de la mandíbula de forma distinta. La grande en su parte anterior (mesial) es prominente mas allá de los dientes vista desde arriba. La pequeña no es prominente pues solo se ven los dientes. Además el ángulo que forma la primera es mas cerrado que la segunda. Esto son a grandes rasgos algunas de las características que las distinguen y la mayor parte de ellas están muy bien definidas genéticamente.

D2600 (grande) y D2735 (pequeña). Tomada de PLOSOne [1].
Por eso aunque algunos autores proponían [5] que las diferencias fueran debidas al dimorfismo sexual. Serían un dimorfismo que estadísticamente es muy superior al de cualquier otro homínido anterior y posterior. Así que lo último publicado [2] es que probablemente fueran dos especies contemporáneas conviviendo en un corto espacio de tiempo en la zona. Una de ellas, la grande, que posee caracteres primitivos y novedosos y parecidos a Neanderthal, habría de llamarse Homo georgicus  pues se ha de mantener el primer nombre que se dio. La otra, la de las mandíbulas pequeñas, pertenecería a un paleodeme similar a H. ergaster. Por supuesto, cada uno explotaría un nicho ecológico diferente y no se molestarían una a la otra. También cabe la posibilidad de que fueran poblaciones que se sucedieran ya que no es fácil inferirlo de su estratigrafía, como decía arriba. Desde luego que no se ha dicho la última palabra, pero hasta aquí es lo que se cree.


The Little Heidelbergensis

Gracias por leer.


Artículos citados:

[1] Martín-Francés L, Martinón-Torres M, Lacasa-Marquina E, Colón-Fernández P, Gracia-Téllez A, et al. (2013) Palaeopathology of the Plio-Pleistocene specimen D2600 from Dmanisi (Republic of Georgia). CR Palevol DOI:10.1016/j.crpv.2013.10.007.

[2]  Bermúdez de Castro JM, Martinón-Torres M, Sier MJ, Martín-Francés L (2014) On the Variability of the Dmanisi Mandibles. PLoS ONE 9(2): e88212. DOI:10.1371/journal.pone.0088212

[3] Gabunia L, Antón SC, Lordkipanidze D, Vekua A, Justus A, et al. (2001) Dmanisi and Dispersal. Evol Anthr 10: 158–170.


[4]  Lordkipanidze D, Ponce de León MS, Margvelashvili A, Rak Y, Rightmire GP, et al. (2013) A Complete Skull from Dmanisi, Georgia, and the Evolutionary Biology of Early Homo. Science 342: 326–331.

[5] Gabounia L, de Lumley MA, Vekua A, Lordkipanidze D, de Lumley H (2002) Découverte d’un nouvel hominidé à Dmanissi (Transcaucasie, Géorgie). Discovery of a new hominid at Dmanisi (Transcaucasia, Georgia). CR Palevol 1: 243–253.


Otros:

Gabunia L, Vekua A (1995) A Plio-Pleistocene hominid from Dmanisi, East Georgia, Caucasus. Nature 373: 509–512.

Martinón-Torres M, Bermúdez de Castro JM, Gómez-Robles A, Margvelashvili A, Prado L, et al. (2008) Dental remains from Dmanisi (Republic of Georgia): Morphological analysis and comparative study. J Hum Evol 55: 249–273.



domingo, 26 de enero de 2014

El Homo sapiens y la hoja de Ginkgo (II)

Por qué el Homo sapiens, nuestra especie, es el único homínido que queda sobre la faz de la Tierra. Ésta es la segunda parte de la entrada sobre nuestro linaje. Retomo la historia por donde lo dejé en éste post.


Homo erectus/ergaster estaban ya paseándose por Asia pero los científicos están tan seguros de que estos nos fueron nuestros ascendientes, se nos presenta un dilema. ¿De dónde salieron neandertales y Homo sapiens?

Las ramas de árbol evolutivo en su ápice (y en su base) están sacudiéndose constantemente y por eso no voy a profundizar más que lo que ahora se acepta. Para más controversias haré otros posts. Pero para ilustrar lo que cuento os dejo el esquema mas reciente de la evolución humana propuesta por Arsuaga y Martínez.



H. antecessor
H. rodhesiensis.

¿Encontrais a H. ergaster en el límite Plio-Pleistoceno hace 1,5 M.a? Nos quedamos con él y su petate. 



Como ya dijimos una población se escindió y dio lugar a H. erectus en Asia durante el Pleistoceno medio y quién sabe hasta cuanto duró. En Europa tenemos a Homo antecessor y en África a H. rudolfensis aunque H. rodhensiensis es posterior.






Mujer Neandertal
Vamos con H. antecessor: hallado en Atapuerca y parece que también en algunos yacimientos hacia el sur de Italia. Se supone que dio lugar a H. heidelbergensis que se interpreta como una cronoespecie de los neandertales. Esto quiere decir que se fueron transformando en neandertales por el paso del tiempo sin escindirse en otra especie.  

Ötzi. H. sapiens calcolítico.





H. rodhesiensis aunque es posterior a H. antecessor lo sitúo a la misma altura H. sapiens, proviene de África. Es decir cuando el hombre de Neandertal era casi una realidad en África se estaba cociendo la semilla de lo que seríamos nosotros. 

El batiburrillo sigue ahí, porque H. antecessor no tiene unos arcos ciliares tan marcados como progresivamente se van haciendo mas patentes en H. heidelbergensis y luego Neandertal y sin embargo H. rodhesiensis sí los poseía y la gran mayoría de H. sapiens no. Pero su morfología dental sí que apoya la hipótesis expuesta. Tenemos que tener en cuenta que la población de estudio no tiene por qué ser la que dio origen a los descendientes de que tratamos y de existir aislamiento geográfico es posible que dentro de la misma especie variaran mucho unas e otras.

El caso es que mientras Neandertal señoreaba en Europa [y algún H. ergaster quedaba en Asia] el H. sapiens empezaba a plantearse dar el salto a su "Nuevo Mundo" aproximadamente hace 40-45 mil años. ¡Vaya hombre! justo cuando empiezan a escasear los neandertales en Europa. 

Y es desde hace solo unos 50.000 años que enarbolamos el estandarte de animal superior, un suspiro en la historia del Ser Humano que estamos solos en esta Tierra, como el Ginkgo biloba


Aún tenemos un "por qué" en la mochila. ¿Por qué somos la hoja de Ginkgo?

Gracias por leer.

The little Heidelbergensis.




lunes, 20 de enero de 2014

El calentamiento global aliado de la paleontología.

El Calentamiento Global por supuesto no son buenas noticias. Bien sea por una tendencia al calentamiento o al frío glacial eso afecta a muchas especies que aunque sean inapreciables para nosotros tiene un papel muy importante en los ecosistemas y sin ellas estamos perdidos; eso sólo desde un punto de vista antropocentrista, claro. Pero lo que es inequívoco es que nos lleva a un destino incierto y eso, amigos, es el gran problema. Somos una especie capaz de adaptarse a múltiples entornos de una forma relativamente rápida, pero no en milésimas de segundo (en tiempo geológico) que es como cambian las condiciones climáticas en éstos últimos tiempos (unas 3 décadas). 

La base de la economía en los países "súper desarrollados" se apoya sobre un uso rápido y sin reposición de los recursos. Un "non stop" de usar y tirar que por supuesto tiene consecuencias. No vamos a engañarnos, el usar y tirar está en nuestros genes de animales primates. El resto de animales también toman del medio lo que necesitan y lo dejan por ahí tirado, el problema es que ni son tantos ni utilizan artilugios no biodegradables. Si hay que poner un punto de inflexión entre nuestra especie y el resto de homínidos creo que debe ser esta:

"Primate bípedo, con capacidad de habla y de crear culturas simbólicas, que vive en grandes grupos y debe procesar tras su uso su industria y manufacturas para poder mantener su ecosistema estable"

Claro que esto tiene sus matices, ni todos vivimos en lugares desarrollados, ni todos reducimos, reutilizamos ni reciclamos el producto de nuestra industria. A este respecto parece que nuestros políticos están a otra cosa... (kaching!)

Si en algo es "bueno" el cambio climático es que está derritiendo los hielos perpetuos del Hemisferio Norte y los paleontólogos (y los paleontólogos "to be") estamos bastante emocionados con la idea de que un día aparezca un Neandertal congelado del que podamos aprender más. Algo tipo Ötzi, que fue un Homo sapiens que vivió en la Edad del Cobre (3300 años a. C.). 

Sangre de mamut

Desde el siglo XIX se vienen encontrando mamuts y rinocerontes lanudos de la época glacial perfectamente conservados y de los que se ha podido sacar sangre. 


Mamut lanudo infantil



¿Qué no podríamos descubrir de nuestros parientes mas cercanos de encontrar algo así? Aunque los neandertales no se extendían preferentemente en zonas de hielos perpetuos, sí coexistieron con la fauna glaciar y coyunturalmente cabría esperar un descubrimiento así. Científicos como Juan Luis Arsuaga apoyan esta hipótesis y he de deciros que suelen ser un poco adivinadores en estas cosas. 


Gracias por leer.

The Little Heidelbergensis :)

sábado, 18 de enero de 2014

El Homo sapiens y la hoja de Ginkgo (I)

Aunque parezca por el título un spin off de Harry Potter los tiros van por otro sitio. A los seres humanos, sobre todo a las mujeres nos gustan las flores en general y los que me conocen saben que eso de las flores cortadas no me va realmente. Ya que soy bióloga y no "muertóloga", adoro las plantas vivas. Mi planta favorita y que para mi es un símbolo por muchas razones es el Ginkgo biloba.

Hojas de Ginkgo

El Ginkgo es descrito de una forma muy bucólica y poética como un "árbol fósil" puesto que es el único representante de su Fillum (Ginkgophyta) que tiene representantes vivos en la actualidad. A mi me da un poco de rabia que lo consideren así porque está bien vivo, contempla muchas variedades y tiene unas hojas singulares y muy bellas. Forma parte del escudo de algunas universidades japonesas como la Todai (Tokyo University) y la Universidad de Osaka, entre otras y fue el primer árbol que brotó tras la bomba de Hiroshima. Es un verdadero superviviente y por ello se lo conoce como el "árbol de la esperanza", ¡pero no es un fósil!

De ser así nuestra propia especie debería considerarse también como un fósil viviente. Ahora sabemos que la evolución humana es mucho mas compleja de lo que en un principio nos imaginábamos. En África, a la que consideramos la cuna de la humanidad deberíamos llamarla quizá el "Preescolar de Humanidades" puesto que se conformó muy probablemente como un mosaico de diversidad.

Ardipithecus ramidus



Recientemente se publicaba un nuevo artículo sobre "Ardi" el Ardipithecus ramidus (Ardi=suelo Pithecus=mono y ramid=raíz, y no Monoardilla de las ramas como podría dar a entender directamente) parece indicar que era bípedo, si bien poseía unos andares mecánicamente un poco diferentes. Tenían unos pies distintos: con un pulgar oponible pero eran alargados, un intermedio entre un chimpancé y un humano anatómicamente moderno, entre otras diferencias morfológicas.


A. afarensis




Proponen que Ardi pudiera ser un antecesor de Australopithecus afarensis (la variante grácil de los australopitecos, su represenante más conocida es Lucy) el cual es uno de los mejores candidatos para ser el ancestro que dio origen al género Homo al que pertenecemos. Pero en África todo parece indicar que también convivieron otras especies de Australopitecinos (A. anamensis, A. garhi), Kenyanthropus platiops y los parántropos con un aparato masticatorio muy robusto (Paranthropus boisei, P. aethiopicus, P. robustus). De estos últimos todo parece apuntar a que no compartimos linaje ascendente directo, pero ahí estaban, compartiendo patio de recreo con nuestro abueletes. Un mundo sin crisis y con amplitud de nicho ecológico (guiño, guiño).

H. habilis

Aquí no acaba la cosa, claro. Parece que también en África se originaron los primeros representantes del género Homo. Homo habilis/rudolfensis, a veces considerados dos especies distintas, a veces la misma. Teniendo en cuenta que son restos óseos y no tenemos "chicha", estas discrepancias son bastante usuales. En ocasiones se admite H. rudolfensis como un ascendente directo del antecesor común entre el linaje neandertal y el humano actual. Otras se propone que sea directamente Homo habilis. 

Y ¡¡salimos de África!! porque H. ergaster, para la mayoría el descendiente directo de H. habilis es el primero (que sepamos) que cogió su petate y se largó en busca de nuevas oportunidades (a esto algunos los llaman "movilidad exterior"). Si fue por espíritu aventureroo por que tuvo la necesidad de salir por la falta de oportunidades, aún no se sabe con certeza. Aunque no tengamos claro lo que ocurrió en África, al menos teníamos un patio de recreo "limitadito", ahora se nos abre un mundo de posibilidades del que resulta complicado seguir la pista

H. erectus/ergaster
Pensamos que quizá H. ergaster recorrió buena parte del sur de Asia y las islas del Pacífico que en ese momento podrían tener mares más someros, ¿aquí podemos meter a H. floresiensis? Personalmente me gusta la idea pero no sabría que decir. En Asia H. ergaster varió en su morfología ósea y ahora es plenamente aceptada una especie diferente denominada H. erectus. Y por lo que sabemos hasta ahora aquí se termina su linaje... ¿O no?. Pues ahora tenemos "a little" batiburrillo que no sabemos muy bien por donde coger... ¿De dónde salieron los neandertales? Denisovanos, H. mauritanicus, H. heidelbergensis, H, antecessor, Homo sp. de la Sima del Elefante (Atapuerca, Burgos) ¿qué pintan en todo este lío? Y por último, ¿de dónde venimos nosotros? y de lo que va este post: ¿por qué estamos sólos? Os espero en la segunda parte.

Gracias por leer.

The little heidelbergensis :)