martes, 26 de noviembre de 2013

Cerebro pequeño, grandes preguntas.

Si hay un homínido (u hominino ahora) que me llama la atención (después del ser humano de la Sima de los Huesos en Atapuerca, Burgos.), es Homo floresiensis. 

Fue hallado en la isla de Flores al sur de Indonesia y próximo, hacia el Este de la isla de Bali.

Situación de la Isla de Flores en el Pacífico.
Se descubrieron los restos de este homínido en 2004, cuando se hicieron reales las leyendas de las viejitas. Como quiero dirigir el blog hacia mis reflexiones personales (esas que no van en las revistas científicas) voy a hacer un brevísimo resumen y sigo con mis pensamientos.

No quiero alargarme con las teorías sobre la Línea de Wallace. Además está todo muy bien explicado en el artículo en el que me baso para la parte fisiológica. La historia parece comenzar (según la hipótesis más aceptada), con una erupción volcánica que produjo un gran tsunami en sentido sur desde las islas de Sulawesi (en el mapa situado bajo el título "INDONESIA") que se cree, ya estaban habitadas por homínidos. Así que nuestros pequeños amigos llegaron allí haciendo surfing...? No, llegaron medio ahogados,  empapados y exhaustos. Aunque, si os fijáis, menuda ola tuvo que ser para acercarlos (a ellos y al resto de fauna) tanto a la costa de Flores. Anyway es la teoría mas aceptada. Esto, según un cambio de fauna atribuido a la ola, tuvo que ocurrir hace 900 mil años... Hay yacimientos que indican presencia de homínidos de hace 800 mil años B.P. Restos de industria lítica hace 190 mil años y los "fósiles" de la cueva de Liang Bua, que nos traen de cabeza, datados en 75 mil años.

Además de cómo llegaron, de dónde proceden filogenéticamente y como vivían, uno de los grandes misterios es la morfología de estos individuos. El cráneo de Liang Bua (LB1) y el resto del esqueleto (postcraneal) parecen tener rasgos tanto de homínido temprano (esto es Australopitecos y variantes), Homo habilis y Homo ergaster/ erectus/ rudolfensis/ georgicus. Pero su tamaño es muy pequeño, parece un Homo en miniatura. Ésto se ha asociado directamente con un fenómeno conocido como "enanismo insular" y se propone que debido a la falta de recursos energéticos en un lugar aislado, las especies tienden a disminuir su tamaño y así sus necesidades energéticas. Esto parece correcto a juzgar por la fauna acompañante en Flores. Elefantes pequeñitos, pero también el dragón de Comodo de gran talla y unas ratas que no quisiera mi madre cruzarse... Esto también ha ocurrido en las poblaciones de pigmeos de humanos actuales, pero su cerebro no se ha reducido tanto.

Homo sapiens y Homo floresiensis; Rattus rattus vs Papagomys
Imagen tomada de "El Hombre de Flores" de Kate Wong.

Stegodon sondaari vs. Stegodon florensis insularis

Afinando un poco más vamos a hablar del cráneo y en concreto en el neurocráneo, que comprende los huesos que rodean al cerebro. Resulta que el cráneo del humano de Flores es pequeño en comparación con los de cualquier representante del género Homo. Su máxima capacidad craneal se ha estimado en poco mas de 400 cc (cm cúbicos) y la capacidad de Homo habilis, el mas arcaico de los Homo, es de entre 500 y 600 cc del que lo separan 1,5 m.a y 20.000 km. Frente a los 850 cc de los Homo erectus sensu lato (en sentido amplio, como indiqué arriba y como se publica ahora) y que sí se extendió por Asia. Vamos, que Homo floresiensis tenía la capacidad craneal de un mono, pero poseían industria lítica similar a la de los humanos modernos. Puntas, cuchillos punzones que requieren de una capacidad de abstracción atribuida hasta ahora sólo a los últimos representantes del género. Por eso algunos científicos dicen que el humano de Flores es un humano moderno con microcefálea, con enanismo, etc. Todo parece indicar que no es así puesto que estas enfermedades y fallos en el crecimiento necesitarían de un cuidado especial y por supuesto, no serían capaces de sobrevivir solos en una isla, lo mas seguro es que sean una línea evolutiva previa a nuestra especie.

Si H. floresiensis proviene de Homo habilis del que está separado temporalmente en 1,5 m.a y espacialmente, puesto que no se han encontrado restos de éste homínido fuera de África, su capacidad craneal se ha reducido "ligeramente" respecto de éste. Pero su tamaño y otros rasgos son parecidos entre ambos. Si por el contrario procediera de H. erectus  su capacidad craneal se habría reducido extremadamente, así como su tamaño corporal en general (no tanto sus pies). Éste último parece ser el mas adecuado para nuestro homínido. Si procede de una estirpe africana o asiática... bueno, aún está por ver.

Cráneo de Flores vs. cráneo de humano actual.

Si partimos de esta hipótesis es cuando surgen los problemas. Ponemos el grito en el cielo "¡OH!, Método científico, ¿por qué?" Nosotros que llevamos siglos pensando que el aumento de la capacidad craneal está directamente ligado con el aumento de la inteligencia. Que sin ello ni en 1 M.a podíamos haber salido de África. Y resulta que un homínido de un linaje previo al nuestro no solo salió con un cerebro mucho menor al llegar, si no que con uno del tamaño de un mono sobrevive en una isla con unas lagartijas sobrealimentadas (dragón de Comodo) y unas ratas del tamaño de marranos (Papagomys). ¡Quememos las bibliotecas! No, tranquilidad...

Desde mi humildísima opinión, mi posición es que el cerebro humano es muy factible de reducirse una vez ha alcanzado el tamaño mínimo para realizar tareas complejas sin perder capacidad. Para esto me gusta hacer analogías con la historia de los ordenadores.

Durante la segunda Guerra Mundial se construyó el primer ordenador electrónico que se usó para descifrar las comunicaciones de los Alemanes y que se llamó Colossus, ni que decir tiene el tamaño del trasto. A finales de los 60 se crearon los circuitos integrados y permitió situar en una sola placa varios transistores reduciendo así su tamaño (y su coste). Y en los 70 es cuando aparece el Personal Computer diferenciándose así de las computadoras mainframe. Estas últimas son las que poseen las grandes empresas que mueven gran cantidad de datos. Ocupan grandes plantas en edificios y son muy costosas. Los ordenadores personales también han venido reduciéndose desde los años 70 hasta conseguir los maravillosos smartphones "dóndehayunenchufe?" con unas pantallas muy grandes y a todo color capaces de procesar una información muy superior a la de cualquier ordenador de hace 10 años.

Creo que ya habéis hilado por donde voy. Claro que crear una nueva tecnología (cerebral) es costoso y lo primero que hacemos es añadir piezas a la máquina. Pero luego, en la medida en que lo necesitemos y la tecnología mejora (o las circunstancias acucian) es factible una reducción selectiva del cerebro, pues éste, con tiempo, es muy plástico. Seguramente es lo que ocurrió con el humano de Flores, para leer el correo y visitar Facebook no necesitaba un ordenador súper potente, sino reducir el consumo del que ya tenía.

Ahora la patata se nos viene a los Homo sapiens, alguno dirá "para lo que hacemos nos lo podrían sustituir por una castaña y seríamos más felices".  Para esto me gusta una tira de Mafalda :)


Los seres humanos nos hemos ido complicando la existencia. Ahora para vivir no basta sobrevivir. Tenemos una idea clara de la belleza, el placer, las metas que queremos conseguir y para lo que cada uno supone éxito y pertenecer a un grupo. Nuestra vida ya no está completa si no alcanzamos las metas y para eso necesitamos este cerebro. Es nuestra cola de pavo real y seguimos haciéndola crecer.

Al Ser Humano ya no le basta con ser humano, ahora un único individuo tiene que ser albañil, abogado, tornero...

Gracias por leer.





P.D: No es un punto de vista occidental. El arte, la belleza, el habla compleja, la astronomía, etc. son lecciones comunes de la mayor parte de las culturas de la Tierra.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Reflexiones en voz alta: Leyendas de águilas gigantes y el humano de Flores.

Siento haberme espaciado tanto desde mi última actualización. Terminé mi carrera (Biología) e inmediatamente empecé los estudios de postgrado, así que perdonadme si me dedico a escribir trabajos y no entradas de blog. 
"Gomennasai" (perdón en japonés)

Me gusta reflexionar y divagar sobre las distintas teorías que existen sobre la evolución humana (qué novedad) y también sobre la posición que ha tenido la comunidad científica a lo largo de la historia. Si hay algo que la caracteriza es su apariencia de pared de hormigón armado cuando aparece una nueva evidencia. Como dice un profesor mío, es "el momento de blandir los aceros". Esto es así y es necesario, si no, cualquier idea peregrina podría asentarse casi como un dogma (y no ha pasado pocas veces en la historia de la ciencia). Pero oigan, somos humanos, con todo lo que la palabra implica. 

Si es cierto lo que dicen, nos caracteriza la imaginación, la capacidad de elaborar escenarios futuros (y yo añado, pasados) a partir de experiencias no vividas. Esto es, a partir de las evidencias debemos inventar, sí, o construir si suena menos infantil, las situaciones que pudieron darse para llegar a ese punto. Pero hay algo que siempre se nos olvida y es que nuestra imaginación, en comparación con las posibilidades que tiene la naturaleza de variar, son limitadísimas. "La realidad siempre supera a la ficción".

Si queréis, pongo un ejemplo cercano: el personaje de Alien el octavo pasajero. Me refiero al diseño del personaje. Antropomorfo (esto ya es muy tendencioso) que corre a cuatro patas. Con dos pares de mandíbulas, como las morenas. Cuya maqueta se realizó sobre piezas de Rolls Royce y huesos de serpiente. Y si os gusta el "gore", cuya baba era gel de ecografías. Con esto vengo a decir, imaginación muy limitada si lo comparamos con la variabilidad biológica. Por ejemplo, las especies encontradas por el Norfanz research voyage para el estudio del océano profundo. Aquí podéis ver algunos ejemplos (mi favorito es el tiburón foca).

Y ya casi llego a donde quiero llegar: las leyendas. Me encanta (irony mode on') como se desprecian las leyendas. Y me encanta (irony mode off') cuando, permitidme la expresión, se nos hace a los científicos (paleontólogos) un "zas en toda la boca". Empiezo primero con el ejemplo del "Zas" y continúo con lo que espero que sea otro "Zas".

Y ahora me pongo chamana, me coloco el cráneo de uro, el faldón de paja, tomo el báculo y os cuento un cuento. Una antigua leyenda maorí (Nueva Zelanda) cuenta que existía una bestia temible. De pico ganchudo, feroz y afilado. Con unas garras enormes, capaces de tomar a un niño en pleno vuelo y llevárselo por los aires a devorarlo en su guarida. Sus alas cegaban la luz del sol y hacía que los halcones huyeran. Te hokioi la llamaban y niños y adultos la temían. Bueno, pues los primeros naturalistas en 1870 (occidentales of course) no daban un duro por este ave. Además de que para empezar y según su opinión ninguna ave fósil que tenían en el registro correspondía con ésta descripción. Tiene mas delito cuando ya estaba descubierta... Resulta que lo que en 1870 daban por un buitre grande lo que era un águila capaz de alcanzar altas velocidades y de romper una pelvis con su pico. Harpagornis mooreiaquí tenéis a la bestia de leyenda. No hay que desdeñar el miedo atávico a las bestias devoradoras de hombres.

Harpagornis moorei lanzándose a por un moa.

Y de Nueva Zelanda me voy a la Isla de Flores. Resulta que en este archipiélago de islas corrían leyendas de pequeñas viejitas que bajaban a los poblados a robar comida. Pues en 2003 se descubrió el pequeño ser al que llamaron Homo floresiensis. Caracterizado por una capacidad craneal muy pequeña, no más de 400 c.c. Un tamaño de un niño de 4 años y unos pies en comparación con el resto del cuerpo muy grandes. Un Hobbit que sobrevivió en la zona hasta hace aproximadamente 13 000 años. Cuando hacía unos 40-30 mil años que los últimos Neandertales habían dado su última exhalación. Cuando ya nos habíamos olvidado de que no veníamos solos, resulta que un mini ser humano seguía dando guerra (hasta que una erupción volcánica lo mandó a hacer gárgaras). 

Mujer de Flores
Lo que vengo a decir es que la imaginación humana actúa como la formación de especies. Utiliza los elementos que ya existen y los transforma en algo diferente aunque parecido, pero es incapaz de crear cosas desde cero. De acuerdo que Harpagornis se extinguió hace unos 1400 años y que la última constancia del Homo de Flores es de unos 13 000 años, pero ahí están las leyendas y a otro lado las evidencias. Que no cunda el pánico, no seré yo quien presente expediente OVNI la próxima temporada. Pero todos tenemos en mente otras leyendas y otros descubrimientos bien recientes. 

Al fin y al cabo todos los científicos deseamos desentrañar los misterios de la vida y de la Tierra. No nos olvidemos: la ciencia es ciencia, pero la hacemos los humanos y los humanos vivimos para soñar. 

Muchas gracias por leer.